Pues resulta que en pleno siglo XXI, en un país civilizado y tal, bajo la atenta vigilancia de las autoridades competentes siguen campando a sus anchas los piratas. Pues son estos tipos gente sin escrúpulos que te alquilan una barca sin chalecos salvavidas, en lista séptima, sin autorización, sin contrato, no piden titulación para su manejo, y además no pagan un puñetero impuesto. Poco les importa que la semana pasada una familia entera estuviera a punto de perecer ahogada. Solo enriquecerse lo más rápido posible, sin pensar en las consecuencias. Es que la vida del pirata es corta, dicen, y hay que aprovecharla. Habría que colgarlos del palo mayor por los c... Pero es que en este país hasta que no hay muertos nadie mueve ficha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario